Los mejores tratamientos para combatir la ansiedad

Existen muchos medios para el tratamiento de la ansiedad, algunos van dirigidos a paliar los síntomas temporalmente y a corto plazo, y otros para curarla definitivamente pero a medio-largo plazo. Todo depende de cada persona, circunstancias y la fuerza de voluntad de cada individuo.

Puede tratarse con medicamentos, con la orientación de un psicólogo, naturópata o de manera autónoma con recursos de autoayuda. El tipo de tratamiento a escoger depende sobre todo de las preferencias de cada uno, gravedad y posibilidades económicas.


TRATAMIENTOS PSICOLÓGICOS


Los tratamientos psicológicos son una forma efectiva para curar la ansiedad. No sólo sirven para ayudar a una persona a recuperarse, sino que también son un método de prevención para el futuro.

Hay varios tipos de tratamientos psicológicos. Entre ellos, los más efectivos son: la terapia cognitivo-conductual (TCC) y la terapia conductual. Estas terapias pueden realizase directamente en consulta o vía internet.

Terapia cognitivo-conductual

La TCC es un tratamiento psicológico que se basa en el concepto de que los pensamientos, sentimientos, sensaciones físicas y acciones están relacionados entre sí, y que los sentimientos y pensamientos negativos pueden atraparte en un círculo vicioso. La terapia consiste en trabajar con un profesional, mediante conversación, para reconocer los patrones del pensamiento y actos que te causan la ansiedad o impide la mejoría de la misma. Una vez que estos patrones son reconocidos, la persona puede sustituirlos por otros nuevos, de manera voluntaria y consciente, que hacen reducir la ansiedad y mejorar las habilidades de afrontamiento.

Terapia conductual

Es distinta de la TCC. Consiste en alentar a la persona tratada a aumentar el nivel de actividad y satisfacción en su vida.

A menudo los problemas de ansiedad persisten porque las personas evitan las situaciones que les provocan miedo. Al evitar estas situaciones de temor, no se tiene la oportunidad de aprender que se es capaz de soportarlas. Esta terapia se basa principalmente en la “exposición gradual”, esto es, exponer gradualmente a la persona a las situaciones que les hace incomodar para que aprenda a afrontarlas sin temor y sin la necesidad de escapar.

Hoy día existen plataformas donde psicólogos especialistas ofrecen sus servicios online para aplicar este tipo de terapias. Las ventajas principales son: suelen ser más baratos que un psicólogo presencial y que las terapias se pueden realizar desde casa con idénticos resultados.


TRATAMIENTOS MÉDICOS

Está demostrado que la terapia psicológica es lo más efectivo para ayudar a superar la ansiedad. Sin embargo, si los síntomas son graves, los tratamientos médicos son de gran utilidad.

Medicamentos antidepresivos


Algunos tipos de antidepresivos pueden ayudar a manejar la ansiedad, incluso si no estás experimentando síntomas de depresión.

Las investigaciones indican que cuando las personas padecen de trastornos de ansiedad, se producen cambios en las sustancias químicas del cerebro (serotonina, noradrenalina y dopamina). La medicación antidepresiva está destinada a corregir estos cambios en las sustancias químicas para mejorar la conexión neuronal en el cerebro.

¿Cuáles son los efectos secundarios? Como cualquier otro medicamento, la medicación antidepresiva también puede provocar algunos efectos secundarios. Los efectos pueden ser: náuseas, dolores de cabeza, sudoración, mareos, sequedad en la boca, dificultad para excitarse sexualmente y aumento de peso.

¿Durante cuánto tiempo son necesarios los antidepresivos? La cantidad de tiempo que una persona necesita tomar antidepresivos depende de la gravedad de su enfermedad y la respuesta hacia ellos. Algunas personas sólo necesitan ser suministrado por un breve periodo de tiempo, mientras otras personas pueden necesitarlos de manera continuada. En todo caso, el especialista será el que evalúe esta condición.

Benzodiacepinas


También denominados sedantes, tienen como finalidad ayudar a inhibir los síntomas de los ataques de pánico. Son medicamentos normalmente presentados en forma de pastillas. Se prescriben para su aplicación a corto plazo. Producen sueño y reducen la tensión muscular, pero son altamente adictivas, por lo tanto, no se recomienda su uso para un largo periodo de tiempo. En cualquier caso, al igual que para los antidepresivos, el médico será quién guíe el tratamiento y establezca la duración del mismo.


OTROS MÉTODOS DE APOYO

A todo lo anteriormente descrito existen distintas alternativas no convencionales, pero no por ello menos eficaces. Son complementarias a las demás, es decir, se pueden realizar a la vez, o incluso posteriormente para terminar de conseguir una recuperación total.

Recuerda que la recuperación puede llevar tiempo, y al igual que dos personas son distintas, también lo es su recuperación.

Amigos y familia


Los amigos y los miembros de la familia juegan un papel importante en la recuperación de una persona, pueden ofrecer apoyo, compresión y ayuda. Las personas con depresión y ansiedad tienden a encerrarse, y eluden la vida social por temor. Pasar el tiempo a solas hace que se dificulte la recuperación, por eso es importante convencerles de que participen en actividades y socialicen. Estar en conexión con la gente ayuda a aumentar los niveles de bienestar y confianza.

Ejercicio físico


Está demostrado que el ejercicio es una buena manera de ayudar a prevenir y manejar la depresión y ansiedad leve o moderada. Mantenerse activo ayuda a levantar el estado de ánimo, mejorar el sueño y aumentar los niveles de energía. Ayuda a bloquear los pensamientos negativos y a olvidarse de las preocupaciones cotidianas. Aumenta las oportunidades de socializar y el bienestar general. El ejercicio también puede cambiar los niveles de sustancias químicas en el cerebro.

Dieta


Los alimentos pueden desempeñar un papel importante en el mantenimiento de la salud mental, así como en la salud física. En general, llevar una dieta nutritiva y equilibrada te ayuda a tener sensación de bienestar general. También existen estrategias nutricionales específicas que pueden mejorar el estado de ánimo y mantener el funcionamiento del cerebro sano.

Ejercicios de relajación


Existen diversos ejercicios enfocados a la relajación. Entre ellos, la relajación muscular progresiva. Consiste en relajar y tensar voluntariamente grupos musculares específico para tener un mayor control de nuestro cuerpo. Otro tipo de ejercicio es imaginar  situaciones o lugares relajantes y así conseguir un dominio de la mente, es decir, aprender a enfocar nuestro pensamiento en cosas distintas. El yoga o el taichí también pueden ser una opción alternativa.

Terapia a base de plantas


Existen muchas plantas que pueden ayudar a aliviar los síntomas, sin embargo, su uso está recomendado para desordenes de carácter leve o moderado. En ningún caso van a ayudarte a aliviar los ataques severos. Se pueden presentar en distintos formatos, cápsulas, sobres para infusiones, pastillas, jarabes o de forma natural (flor, hoja, raíz, tallo, etc.). La principal ventaja es que no producen efectos secundarios adversos.